En Colombia, el fútbol sala no solo enfrenta a sus rivales en la cancha, también pelea contra la indiferencia de quienes deberían protegerlo. La reciente situación de la Fundación Inter Cartagena , obligada a disputar un partido en el que la Federación Colombiana de Fútbol no respetó las condiciones de que sea viernes, sábado o domingo, sino que lo dispuso para un lunes a las 10:00 a.m., deja al descubierto una verdad incómoda: los clubes no tienen voz ni voto en el diseño de los calendarios, los formatos de competencia o las condiciones logísticas que hacen viable la participación en ese torneo.
Seis equipos, al comando en la Champions League: así está la tabla de posiciones tras la segunda jornada
¿De qué sirve hablar de desarrollo del futsal si los equipos son tratados como actores se