La captura de “Pequeño J” comenzó a gestarse tras el hallazgo de los cuerpos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en una casa de Florencio Varela.
Desde ese momento, la Policía Bonaerense siguió la pista de su banda y obtuvo información clave de Magalí Celeste González Guerrero, pareja de uno de los hombres de confianza del líder narco.
Con esos datos, se logró allanar la casa de una mujer vinculada sentimentalmente a Valverde Victoriano. Allí se encontró un teléfono que permitió iniciar el rastreo de las comunicaciones.
La huida y el cruce de fronteras
La investigación reveló que “Pequeño J” utilizaba tres celulares distintos, lo que dificultaba el seguimiento. Sin embargo, el análisis de antenas permitió confirmar que había salido del país por la frontera con Bolivia