En los últimos días de julio de 1985, Rock Hudson sufrió un desmayo en su suite del hotel Ritz de París, un episodio que anticipó la gravedad de su condición y la cercanía de su final. La noticia no tardó en atraer la atención mediática internacional, con periodistas y cámaras apostados en los alrededores del hotel, lanzando preguntas sobre el estado de salud del actor.
“Tengo sida” , fue el mensaje que Hudson pidió transmitir a través de su amiga y publicista Yanou Collart. Según indicó el propio Hudson, ese era el dato esencial que los medios querían recibir. Más tarde se confirmó que además de haber contraído el VIH, el actor padecía un cáncer de hígado inoperable , lo que hacía su final inevitable.
Para regresar a Los Ángeles desde París, Hudson pagó USD 250.000 por el traslad