Equipos de rescate utilizaban retroexcavadoras y perros rastreadores para buscar sobrevivientes en casas derrumbadas y otros edificios dañados en el centro de Filipinas después de un sismo que dejó al menos 72 muertos y 200 heridos.

Se prevé que el número de fallecidos aumente luego del terremoto de magnitud 6.9 que se registró alrededor de las 10 de la noche del martes y que dejó a un número aún incierto de residentes atrapados en la ciudad de Bogo y en pueblos rurales cercanos en la provincia de Cebú. La lluvia intermitente y los daños que sufrieron puentes y carreteras dificultaban la carrera por salvar vidas.

El miércoles por la noche, rescatistas con cascos naranjas y amarillos trabajaron durante horas usando focos, una retroexcavadora y sus propias manos para remover los escombros

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