Cuando la Selección Sub 17 entrenaba en México nadie se paraba a verla. Entonces, el técnico Jesús Ramírez preparaba el camino con una advertencia a la poca prensa que iba, “este equipo va a ser campeón” y reía discretamente.
En los entrenamientos llamaba la atención Giovani Dos Santos, “pero el hermano menor es mejor”, decía Chucho Ramírez refiriéndose a Jonathan.
Había otro, Carlos Vela, al que habían traído de Cancún y pertenecía a Chivas, pero al que no le gustaba el futbol, es más, en los entrenamientos disfrutaba más de portero.
Chucho Ramírez hizo maletas y empacó una bolsa de paletas de caramelo. La tensión la iba a liberar con ellas porque en la banca ya no se permitía fumar. Y llevaba la idea de registrar a Vela como tercer portero y si ameritaba el caso ocuparlo en un mismo