Cada vez más adultos mayores deciden rehacer su vida afectiva después de una separación, divorcio o viudez. Este cambio personal no solo transforma su día a día, sino que también impacta en toda la familia: sus hijos y nietos se ven interpelados ante la llegada de una nueva pareja , y surgen preguntas sobre cómo integrar estos vínculos sin generar tensiones.

La vida afectiva en la vejez deja de ser un tema tabú y cada vez más adultos mayores buscan sentirse deseados, activos y acompañados. La generación actual no se conforma con retirarse de la vida social o emocional: quiere vivir nuevas experiencias y mantener su autonomía.

Una nueva mirada sobre la vejez y la afectividad

Ricardo Iacub, psicólogo especializado en estudio de la vejez, explicó a Clarín : “La gente mayor actual no

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