Dos ciudadanas colombianas, Manuela Bedoya y Luna Barreto, fueron retenidas el 1 de octubre por fuerzas israelíes al interceptar la Flotilla Global Sumud, una misión humanitaria que llevaba ayuda hacia Gaza y que llevaba consigo a la joven activista Greta Thunberg. Las activistas confirmaron públicamente su detención y denunciaron que el hecho representa una “violación al derecho internacional y a los Convenios de Ginebra”.
La flotilla, integrada por decenas de embarcaciones de organizaciones internacionales, había partido con el objetivo de romper el bloqueo marítimo impuesto sobre Gaza, entregando alimentos, medicinas y otros insumos esenciales. Las colombianas pertenecían a la delegación nacional del Movimiento Global a Palestina y formaban parte del barco HIO.
Según los comunicados