A muchos les pasó: sacar un cubito del freezer, apoyar la lengua y sentir que queda pegada por unos segundos . Lo mismo ocurre si se toca con la lengua una superficie metálica o cualquier objeto expuesto a temperaturas bajo cero.
Aunque muchas veces se haga como broma para sorprender a familiares o amigos, lo cierto es que no es un experimento inofensivo .
El fenómeno se debe a la humedad natural de la lengua , que está siempre recubierta de saliva. Cuando entra en contacto con un objeto extremadamente frío, ocurre lo que en física se llama transferencia de calor : la energía térmica fluye del cuerpo más cálido (tu lengua) hacia el más frío (el hielo).
En cuestión de segundos, esa humedad se congela y forma una delgada capa de hielo que actúa como pegamento entre la lengua y l