El duelo entre el PSG y el Barcelona por la segunda jornada de la Champions League auguraba emociones, muchos goles y un gran espectáculo como solo el fútbol lo sabe hacer. Pero, lo que seguramente Luis Enrique no se esperaba, es que, lejos del partido, la atención se la robara una vez más Xana, su pequeña hija fallecida.
Lo que comenzó como un simple gesto de viejo colegaje por parte del Barça, al plasmar en las camisetas el logo de la fundación de Luis Enrique en memoria de su hija Xana , no se quedó ahí simplemente, sino que se convirtió en toda una campaña de solidaridad y amor en nombre de la pequeña.
La salida del camerino en el Estadio Olímpico de Montjuic del PSG y el Barça, fue más emotiva de lo que normalmente transmite la pasión del fútbol. Una vez alineados los equ