La decisión se da tras la tutela presentada por Luciana, quien pidió que se respetara su voluntad frente al régimen de visitas con su padre biológico. El caso marca un precedente sobre la voz infantil en procesos judiciales.
En Fundación, Magdalena , una niña de apenas 10 años se convirtió en símbolo de valentía y en protagonista de un fallo histórico que reafirma la importancia de la voz infantil en los procesos judiciales. Se trata de Luciana , quien decidió interponer una acción de tutela para que se respetara su opinión frente al régimen de visitas ordenado por un juez en favor de su padre biológico, con quien no mantenía vínculo afectivo.
Luciana creció rodeada del cariño de su mamá, su abuela, su perrita y su padrastro, a quien reconoce como su verdadero padre. En