Sabías que cuando los perros comen a diferentes horas cada día, como suele pasar en vacaciones, su “reloj interno” se desajusta.

Ese reloj interno es el que ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio y regular la energía. Por eso, los cambios de horarios de comida pueden hacer que tu mascota se sienta menos activa, con alteraciones gastrointestinales o incluso con variaciones de peso.

Factores como el calor, el estrés o los cambios en la dieta reducen la diversidad bacteriana y favorecen que se desarrolle disbiosis, que es una pérdida de equilibrio en las poblaciones de bacterias que conforman la microbiota, debilitando al sistema digestivo y las defensas naturales de las mascotas.

La doctora Cecilia Ramos, médico veterinario zootecnista con Maestría en Nutrición Animal (MSc) y Gerente de

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