Las incógnitas sobre el crimen de Franco Aracena , el joven de 31 años que fue hallado amordazado y atado de pies y manos en su departamento de Guaymallén , Mendoza, comenzaron a aclararse en las últimas horas con la confesión espontánea de un adolescente que admitió haber estado en su vivienda junto a un amigo, que terminó detenido como aparente autor del asesinato.
La muerte de Aracena se descubrió el martes 30 de septiembre cuando agentes de la comisaría 44 de Guaymallén fueron convocados al edificio de Rodríguez Peña 885, en el barrio Villa Nueva, donde hallaron la puerta del departamento entreabierta y al joven con los pies y las manos atadas y una suerte de mordaza en su boca, además de signos de violencia en el rostro.
La policía trabajando en Guaymallén. Foto: José Guti