El hecho se registró hacia las 8:30 a.m. en una casa ubicada en la carrera 22A con calle 100. Dos hombres con una caja rotulada llegaron simulando la entrega de un paquete para el propietario del inmueble, un comerciante. La empleada doméstica, confiada en que se trataba de una diligencia común, abrió la puerta y permitió el acceso.

Apenas cruzaron la reja, los supuestos mensajeros desenfundaron un revólver y dieron paso a otros dos cómplices, entre ellos una mujer. Los delincuentes amarraron y amordazaron a la trabajadora, tapándole boca y ojos, y comenzaron a recorrer la vivienda habitación por habitación.

En su recorrido sorprendieron a una joven y a una menor de edad, quienes también fueron reducidas. Minutos después, un primo de la familia bajó del tercer piso al escuchar los gritos

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