El pasado 11 de agosto, el cielo de Tres Cantos (Madrid) se volvió negro. En apenas 40 minutos, un incendio voraz recorrió seis kilómetros, obligó a evacuar a unas 180 personas, destruyó viviendas y arrasó la hípica local.
Entre las víctimas estuvo Mircea, un mecánico de 50 años, padre de dos hijos, que perdió la vida atrapado por las llamas. Pero no murió solo. A su lado estuvo un soldado ejemplar del Regimiento de Infantería Asturias 31 de la Brigada Guadarrama XI, Diego Santillana, que no dudó en acercarse al fuego pese a no estar de servicio.
(EPA) EFE
El incendio de Tres Cantos obligó a desalojar las urbanizaciones de Soto de Viñuelas y Fuente El Fresno
"Nunca me había visto en una situación como esta"
Con un año de experiencia en el Ejército , Diego cuenta que "hab