Por Dariel Pradas

LA HABANA (IPS) .- Sentada, con los pies en la acera, en el lumbral de la casa de una vecina, Teodosia Nilda Hernádez, de 80 años, vende unos zapatos para llegar a fin de mes, una práctica muy común en el barrio Dragones, en el municipio de Centro Habana, uno de los 15 que integran la capital de Cuba.

«La cosa (situación) está mala. Y mi pensión no me alcanza. En la farmacia (que oferta productos subsidiados) no hay nada, así que debo vender cosas para comprar medicamentos a sobreprecio en la calle. A 600 pesos (1,4 dólares según el mercado informal, el más usado), diez pastillas de enalapril\» contra la presión arterial, contó a IPS.

Pensionada desde hace 30 años a raíz de un accidente en las instalaciones de su antiguo empleo en la Dirección Provincial de la Viviend

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