Siguen las quejas de transeúntes y comerciantes que tienen sus negocios en el entorno de la plazoleta de la Catedral de Pasto, a consecuencia de la permanente invasión de habitantes de calle, quienes a diario se toman las bancas para consumir licor, lo que le da una imagen deplorable a esta zona tan importante de la ciudad, además de crear una sensación de inseguridad. Ah, y además le dicen a PEDRO BOMBO que el estado de esas bancas es deplorable, en mal estado y llenas de suciedad, lo que agrava la situación en ese sector que es pleno centro de la ciudad, donde todos los días circulan miles de personas. Lo paradójico de todo esto, es que el padre Jamer Bravo, para evitar que personas en situación de alcoholismo y drogadicción se apoderaran del atrio de la Catedral, el cual dejaban como un
Continúan las quejas de comerciantes en Pasto

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