El 7 de octubre de 2023 no fue solo un día trágico para Israel, sino el principio del fin de lo que muchos llamaban “la causa palestina”. Ese día, Hamás, en nombre de Palestina, decidió arrasar con la legitimidad internacional que tanto se había cultivado durante décadas. No hablamos de una ofensiva militar entre ejércitos, sino de una masacre indiscriminada de civiles: niños arrancados de sus casas, ancianos ejecutados, mujeres secuestradas. Esa brutalidad marcó un antes y un después, porque en ese instante el mundo dejó de ver a Palestina como víctima y empezó a verla como cómplice de su propio verdugo.
A partir de ahí, se puede hacer todo el teatro que se quiera en Naciones Unidas, se puede votar en Bruselas lo que convenga a la diplomacia europea, se pueden publicar comunicados con le