La miel nunca ha pasado desapercibida para el ser humano. Las personas han recolectado la miel de las abejas desde la Prehistoria hasta nuestros días, pasando por los antiguos egipcios, griegos y romanos. Estas civilizaciones antiguas pronto descubrieron en la miel un poderoso producto más allá del alimento, pues eran conocedores de sus propiedades medicinales y cosméticas.

La ciencia de nuestro tiempo respalda muchas de estas aplicaciones y se ha interesado por su efecto en la piel. Al ser rica en enzimas, antioxidantes y compuestos antibacterianos, este “oro líquido” se ha consolidado como un ingrediente estrella en rutinas de belleza y cuidado personal. La miel no solo hidrata y suaviza, sino que también combate imperfecciones, protege contra el envejecimiento prematuro y ayuda a regen

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