Ballesteros
03 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.
El caso de Begoña Gómez se ha convertido en uno de esos en los que, aunque casi ninguno entendemos, todos tenemos opinión, y certeza total sobre lo que opinamos, pero casi todos nos alimentamos más de las declaraciones de los políticos y del sensacionalismo de los titulares que del contenido objetivo de las noticias, si es que en nuestro tiempo queda algún resquicio para hablar de objetividad.
Días atrás, mientras explicaba a mi madre lo complicado que había sido para un colega acreditarse como catedrático, una amiga de ella presente me comentó, comparando, lo fácil que había sido para Begoña Gómez, sin tener una carrera superior, con solo ser la mujer del presidente del Gobierno. Cuando le dije que Begoña Gómez no era catedrática