La necesidad de reemplazar el altar antiguo surge del llamado del Concilio Vaticano II a renovar la liturgia y sus espacios, con el fin de promover una mayor participación activa de los fieles
A casi 400 años de su consagración, la Catedral de Puebla vivirá uno de sus cambios litúrgicos más significativos: la próxima consagración de un nuevo altar, ambón y cátedra, elaborados en mármol y ónix traídos desde Verona, Italia. Este conjunto sustituye al antiguo mobiliario litúrgico, instalado de forma provisional tras el Concilio Vaticano II, y representa una renovación que busca armonizar la historia, el arte y la espiritualidad en el templo más emblemático de la ciudad.
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De acuerdo a lo informado por ACI Prens