Mensajeros de la Paz, la organización con la que el padre Ángel gestiona la iglesia de San Antón , en Madrid, acumula una veintena de denuncias presentadas por la Asociación de Vecinos de Chueca ante el Ayuntamiento de la capital y la Comunidad por la inseguridad y los «daños al patrimonio» en este templo.

Así lo indican a OKDIARIO fuentes de la Asociación, que aseguran vivir ya una «situación límite» ante el uso «irregular» de este Bien de Interés Cultural (BIC) , como «albergue». En realidad, apuntan, este inmueble tiene asignado un «uso urbanístico dotacional de equipamiento religioso».

De esta manera, los vecinos subrayan que «la asistencia a personas sin hogar en el templo no hace que el uso urbanístico en el que se encuadra pase a ser de hospedaje, sino que es perfectamente viable dentro del religioso , siempre que esté enmarcado en la labor pastoral que realiza la Iglesia».

Desde que en el año 2015 la organización Mensajeros de la Paz asumiera la gestión de esta iglesia, que también hace las veces de «centro social» , los vecinos de Chueca han ido alertando del «progresivo deterioro tanto del edificio como del entorno» .

Unas circunstancias, señalan, que «además afectan gravemente a la convivencia vecinal de nuestro barrio, tanto en términos de seguridad ciudadana como en términos de convivencia, con continuos robos en garajes y viviendas , tráfico y consumo de drogas en el entorno, amenazas al vecindario, acumulación de basura y suciedad en la vía pública, etcétera», lo que provoca «intervenciones policiales prácticamente a diario» , sostienen las mismas fuentes.

Padre Ángel

Extracto de una de las denuncias presentadas por los vecinos de Chueca.

Prueba de la dejadez por la conservación del patrimonio de esta iglesia es su uso como garaje de una motocicleta de grandes dimensiones. Según fuentes vecinales, un trabajador de Mensajeros de la Paz que hace aquí el turno de noche guarda la motocicleta dentro de la iglesia, a la que accede montado en este vehículo, y en marcha , por la puerta principal. OKDIARIO publica aquí imágenes de la escena, donde se observa un nulo respeto por el patrimonio.

La iglesia de San Antón -una construcción que data del siglo XVIII- ha sido una de las iglesias más emblemáticas de Madrid, no sólo por acoger la celebración de la bendición de los animales de compañía, que se lleva a cabo el día 17 de enero, sino por ser un Bien de Interés Cultural de la ciudad de Madrid. Un ejemplo del Barroco madrileño del arquitecto Pedro de Ribera , creada primero como iglesia del hospital de leprosos y después como iglesia de las Escuelas Pías.

Obras en el interior

En el año 2020, coincidiendo con la pandemia de coronavirus, la Asociación de Vecinos de Chueca denunció ante el Ayuntamiento de Madrid la realización de «diferentes tipos de obras, algunas visibles desde el exterior y otras a puerta cerrada» en la iglesia de San Antón, de las que tuvieron constancia por información de la propia dirección general de Patrimonio Cultural del Consistorio capitalino.

Los vecinos advirtieron de que estas actuaciones se efectuaron en este Bien de Interés Cultural (BIC) «sin cumplir con las exigencias normativas y administrativas fijadas» para tales obras.

Además de su mal estado de conservación, en el interior del templo, donde se llegó a «destrozar un confesionario» o «desmontar un altar», la Asociación de Vecinos de Chueca lamenta la «instalación de elementos que rompen la estética del templo, como televisores, pantallas de videoconferencia, cortinas , y hasta máquinas expendedoras».

padre Ángel, Almudena Grandes

Almudena Grandes, homenajeada en la iglesia de San Antón por el padre Ángel.

Precisamente, OKDIARIO publicó este jueves que el padre Ángel tiene colgados dentro de la iglesia dos grandes paneles donde rinde culto a personajes públicos laicos que, según este polémico sacerdote, representan a «mujeres y hombres que hacen un mundo mejor» . Entre los homenajeados se encuentra la escritora comunista Almudena Grandes , ya fallecida, quien se mofó -en 2008 en un artículo de opinión- de la madre Maravillas y de las monjas violadas por los milicianos del Frente Popular en la Guerra Civil.

En una columna publicada en el diario  El País  bajo el título México , Almudena Grandes llegó a escribir: «Un tribunal ha constatado la muerte de Franco. Qué risa, dicen algunos. Yo prefiero reírme de otras cosas .  Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta . Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas.  ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección».