Hablar de política y de lo político es hablar del hombre y lo que debe ser el gran espíritu de socialización del mundo. Cada ser posee su capital humano, material y espiritual, su trabajo y sus virtudes que deben ir en crecimiento en la medida que se vuelve solidaria dentro de una política social, esto es, hacerlo participe al igual que la política, sin perder sus derechos de propiedad, bajo la tutela de una democracia limpia. Presunciones, odios, contradicciones, oscurantismos, corrupciones, no alcanzan para desarrollar las retoricas metáforas que ha recorrido por los laberintos de su devenir y aun trasiega, la política inquietante, bajo las diversas formas fantasmales.

Historia sin juicio ni fin, tiranía, populismos, estados de excepción, fronteras invisibles. Democracia en decadencia,

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