Caía la noche cuando una bengala iluminó el cielo, nadie podía adivinar que se trataba de la muda señal para que iniciaran las hostilidades, cientos de jóvenes estudiantes universitarios se congregaban en la plaza de las tres culturas de Tlatelolco, en la Ciudad de México, cuando su reunión fue interrumpida violentamente por “el batallón Olimpia” del ejército mexicano.
Efectivamente, se trataba de un 2 de octubre de hace 57 años, cuando el águila que se paró en un nopal devorando a una serpiente se vistió de luto al ser testigo de una de las peores represiones de las que se tenga memoria en el terruño querido.
Así como hoy hace un buen día para llorar con tristeza por esos lamentables acontecimientos, también es una buena ocasión para reír con alegría al recordar la hazaña de un puñado d