Como hizo su padre, su abuela y su tía abuela, este viernes, el gran duque Enrique de Luxemburgo ha abdicado para dejar paso a una nueva generación y que sea su hijo mayor, Guillermo, quien asuma la jefatura del Estado del pequeño país centroeuropeo. En una ceremonia sobria y acompañados por los reyes de los Países Bajos y de Bélgica (que junto a Luxemburgo formaron la alianza Benelux), Guillermo y Estefanía se han convertido en los nuevos grandes duques ante la mirada emocionada de sus padres y antecesores, Enrique y María Teresa, y la presencia de su hijo Carlos, quien a los 5 años se ha convertido en el heredero más joven de Europa.
La capital del gran ducado se ha engalanado para la doble ceremonia de abdicación y juramente cubriendo con alfombras rojas, banderas, flores, bandas de