La obispa Sarah Mullally destacó este viernes la "enorme responsabilidad" que asume al convertirse en la primera mujer en la historia en asumir los cargos de arzobispa de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra y primada de la comunión anglicana.
Tras confirmarse este viernes el nombramiento, la religiosa, de 63 años, aseguró que afronta esta misión con un sentimiento de "paz y confianza en que Dios" le guiará para liderar a una fe que reúne a unos 95 millones de creyentes estimados en 165 países del mundo. "Al responder a la llamada de Cristo a este nuevo ministerio, lo hago con el mismo espíritu de servicio a Dios y a los demás que me ha impulsado desde que me convertí a la fe en mi adolescencia", señaló Mullally en un comunicado.
Destacó que, en cada etapa de ese cami