Durante meses, un equipo especializado de la Policía Metropolitana de Bogotá siguió el rastro de un feminicida que intentó esconderse tras una nueva identidad. El hombre, señalado de asesinar a su pareja, Kassandra Santana Sanabria , en un motel de Engativá, cambió de apariencia, de residencia y hasta su círculo social para evadir a las autoridades.
El caso estremeció a la ciudad hace casi un año y desde entonces se convirtió en prioridad para la administración distrital. Los investigadores no descansaron: revisaron cámaras, realizaron entrevistas y recolectaron pruebas que los llevaron hasta una vivienda en el barrio El Codito, en Usaquén, donde el sujeto se refugiaba.
Uno de los uniformados que lideró la investigación contó que lo vigilaron día y noche durante más de dos semanas, doc