La policía de Mánchester ha admitido este viernes un dramático error en su intervención contra el atentado terrorista perpetrado en una sinagoga de la ciudad: uno de los dos fallecidos murió como consecuencia de los disparos de los propios agentes.

Además, otro de los heridos también fue alcanzado accidentalmente por las balas de las fuerzas de seguridad en el caos del suceso. El comisario jefe de la policía de Mánchester, Stephen Watson , ha confirmado en una comparecencia pública los devastadores detalles de la intervención policial . «Los forenses de Interior han advertido de manera provisional que una de las víctimas habría sufrido una herida consistente con arma de fuego», ha dicho ante los medios.

Según ha confirmado la policía, el terrorista abatido, identificado como Jihad al Shamie , no estaba en posesión de ningún arma de fuego pero portaba un cuchillo con el que apuñaló a varias personas. «Los únicos disparos procedieron de los agentes, al intentar evitar que el agresor entrara en la sinagoga y provocara daños mayores en la comunidad judía», ha relatado el máximo responsable policial de Mánchester.

Watson ha dicho que se vieron obligados a actuar con extrema urgencia para impedir una masacre. « Tras un examen forense posterior , la herida pudo ser la consecuencia trágica e inesperada de la necesaria actuación urgente de los oficiales para poder poner fin a un atentado perverso», ha concluido el comisario.

Las autoridades británicas mantienen el nivel de alerta antiterrorista elevado tras este nuevo ataque contra objetivos vinculados a la comunidad judía , en un contexto de creciente tensión desde el recrudecimiento del conflicto en Oriente Próximo. La investigación continúa abierta para determinar todos los detalles del suceso y las circunstancias exactas en las que se produjo la víctima mortal.

Los hechos ocurrieron en la  Sinagoga de la Congregación Hebrea de Heaton Park , en Middleton Road, a las afueras de Mánchester, sobre las 09:31 horas, donde un hombre atropelló y apuñaló a varias personas antes de ser abatido por la policía.

El primer ministro de Reino Unido,  Keir Starmer, confesó que estaba «consternado» por el ataque, incidiendo en que el hecho de que haya coincidido con la festividad del Yom Kippur, el día más sagrado para los judíos, lo hace «aún más horrible».

«Estoy conmocionado con el ataque a la sinagoga de Crumpsall . El hecho de que haya ocurrido durante el Yom Kipur, el día más sagrado del calendario judío, convierte el incidente en algo aún más terrorífico. Mis pensamientos están con todos los seres queridos de aquellos afectados, y doy las gracias a los servicios de emergencia», dijo.