En 1952, en pleno boom de la economía y del sector textil, nació Ike en la calle Balmes, en el barrio de El Coto. «Fue nuestro hogar. Había un ambiente genial. Yo entré a trabajar con 16 años y mi hermana con 17, pero es que a todas mis compañeras las consideré familia. Los buenos momentos y las risas superan la crudeza del conflicto que acabamos sufriendo», recordó ayer Isolana Mena durante la inauguración de cuatro exposiciones que ofrecen una visión integral de la historia de Confecciones Gijón . «Ike fue moda, pero también se convirtió en un escenario de la lucha obrera y símbolo de resistencia para generaciones enteras», remarcó Aitor Martínez, director de la Fundación Municipal de Cultura, organizadora de las muestras. y que agradeció la presencia de «las mujeres que hoy estáis a

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