Lamine Yamal acaba de convertir un gol. El delantero del FC Barcelona y de la selección española de fútbol es abrazado por sus compañeros y, tras liberarse de la marea de brazos que lo arropan en el festejo, mira a las cámaras y cruza sus manos delante del pecho, formando un 3, un 0 y un 4 con sus dedos.
No es una celebración al azar y tampoco va dedicada a una persona en particular. Es una caricia al barrio que lo nacer, Rocafonda, en la catalana Mataró, en España. Este barrio, ubicado al norte de la ciudad de Barcelona y cuyo código postal finaliza en 304, fue el hogar del muy joven Lamine Yamal hasta la separación de sus padres, Sheila Ebana, originaria de Guinea Ecuatorial, y Mounir Nasraoui, de Marruecos.
Los siguientes años los pasó entre el barrio obrero de Rocafonda y Granollers,