Los sectores La Alameda, Mereceré y Los Corrales de Ciudad Bolívar siguen enfrentando una situación difícil, incluso después de que el río Orinoco comenzara a bajar. Aunque ya no hay agua corriendo por las calles, lo que quedó podría considerarse peor: charcos grandes, malos olores y una nube de mosquitos que no deja en paz a nadie.
José Vegas, del Movimiento para la Protección de la Fauna Acuática del Orinoco Ciudad Bolívar (Moprofao), comentó que además del problema de salud, hay otro que no se puede ignorar: muchas viviendas quedaron bajo el agua por semanas.
Las paredes están húmedas, los pisos se han levantado y hay casas que tienen grietas. Algunas familias han tenido que abandonar sus hogares por miedo a que se derrumben. Otras siguen viviendo en condiciones muy peligrosas, sin sa