La calabaza nació en América del Norte hace unos 9.000 años y, mucho antes de decorar Halloween, ya era clave para las culturas originarias; en México se hallaron sus semillas más antiguas, que datan de entre 7000 y 5550 a.C., según la Universidad de California.
Sin embargo, recientemente ganó reconocimiento como superalimento por el aporte de magnesio, proteínas y zinc de sus semillas, así como su valor nutricional integral en la alimentación diaria.
Según expertos y estudios citados por VeryWell Health , su consumo regular contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, proteger la vista y favorecer tanto la digestión como la salud cardiovascular, gracias a su riqueza en fibra, vitaminas y minerales.
Uno de sus principales aportes es la mejora de la salud ocular