En la inmensa línea que divide México y Estados Unidos , existe un pueblo que rompe con los esquemas de lo que imaginamos como una ciudad fronteriza. Hablamos de Piedras Negras, en Coahuila, un lugar que destaca por su ambiente apacible y moderno.

Piedras Negras y su vecina estadounidense, Eagle Pass, se miran desde las dos orillas del Río Bravo. Entre ellas existe una relación de curiosidad y una dinámica social y comercial muy particular que define la vida en esta frontera .

Una historia de vecinos

Piedras Negras atrae por su seguridad, pero también por su belleza.

La historia de esta localidad arranca el 15 de junio de 1850. Un grupo de 34 hombres, liderados por Andrés Zapata, Gaspar Salazar y Antonio Ramírez, fundó una comunidad a la que llamaron Villa de Herrera, justo e

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