Pocas cosas generan tanta intriga como soñar con alguien que ya no forma parte de nuestra vida. Esa aparición inesperada suele dejarnos con una mezcla de nostalgia, desconcierto e incluso ansiedad. Pero lejos de ser un fenómeno sobrenatural, los expertos lo explican como parte del modo en que nuestra mente procesa emociones y recuerdos mientras dormimos .
Según algunas investigaciones, l os sueños funcionan como un escenario donde el inconsciente recicla vínculos, heridas emocionales y hasta versiones de nosotros mismos que quedaron suspendidas en el tiempo . No se trata —o no siempre— de la persona en sí, sino de lo que simboliza en nuestra historia.
Un archivo mental que no se cerró del todo
La psicología del sueño sostiene que cuando un amigo, pareja o conocido del pasado apa