Por: Juan Manuel Ballesteros
Los ataques del presidente de turno a la libertad de prensa no pueden pasarse por alto y deben obligar a que el periodismo (el de verdad) cierre filas. El pasado jueves, en un trino tan largo como repleto de mentiras y sofismas, Petro quiso intimidar a los medios que sacan a la luz los escándalos, carencias e incoherencias de su (des)gobierno con la amenaza de liquidar las concesiones del uso del espectro electromagnético, lo que en la práctica se traduciría en cerrar medios de comunicación.
En su desquicio, el inquilino de la Casa de Nariño (hasta dentro de 12 meses y 10 días), se atrevió a citar al filósofo alemán Jürgen Habermas, desnudando lo que el país informado ya sabe: el autoproclamado primer influencer de la nación solo es un lector de solapas y res