La atleta sudafricana Caster Semenya da por perdida una batalla pero no la guerra. La doble campeona olímpica de 800 metros , que lleva sin competir desde 2019 al entrar en vigor una norma que la obligaba a hormonarse para reducir sus niveles de testosterona, ha decidido poner fin a su batalla legal sobre las reglas de elegibilidad por sexo en los tribunales de Suiza, pero ha advertido que su lucha continuará en otras instancias para promover la defensa de los derechos de las mujeres que generan hormonas masculinas.
Semenya fue objeto de debate a nivel mundial por su condición: presenta hiperandrogenismo, por los produce naturalmente hormonas masculinas que permiten mejorar la masa muscular y, en consecuencia, el rendimiento físico. La doble campeona olímpica, en 2012 y 2016, y tr