El presidente de Estados Unidos evita aclarar o descartar si acabará interviniendo en territorio venezolano

Una expresión en inglés — waiting for the other shoe to drop, literalmente esperando a que caiga el otro zapato— viene a decir que escuchar el ruido que genera el vecino de arriba al quitarse un zapato por la noche es molesto; pero mucho más insoportable es la tensión que generan los momentos de espera para que se saque el otro. Y esa es la táctica por la que parece estar apostando Estados Unidos con Venezuela: ir aumentando la presión, de misil en misil contra supuestas narcolanchas en aguas internacionales, sin dejar claro ni dejar de descartar si acabará tomando las medidas mucho más duras de intervención en territorio venezolano que teme el chavismo. Este viernes, Washington

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