A los 14 años, ya Jerry Rivera firmaba su primer contrato discográfico. Se sometió a las exigencias de producción acelerada, entregar discos cada cierto tiempo, pero esa dinámica nunca le gustó. Se cambió de compañía. Tuvo más libertades. Grabó sus primeras baladas e hizo producciones más experimentales. De todo lo bonito que le estaba pasando, aseguró, también se “drenó” y decidió tomarse una pausa de 15 años.

“Necesité un descanso. Todo el mundo me decía ‘si tú no grabas, te quedas obsoleto. Vas a acabar tu carrera’. Pero yo necesitaba descansar. No vivo pensando en que quiero ser más importante ni que si no grabo me quedo atrás. No compito con nadie, simplemente hago música porque a mí me gusta hacer música. Me gusta superarme como cantante y si no siento que voy a tener esa entrega, m

See Full Page