La alfalfa, reconocida por su alta calidad nutritiva y su aporte al suelo como fijadora de nitrógeno, es considerada un pilar de la dieta animal y un cultivo estratégico para exportaciones. Su capacidad para soportar ambientes hostiles es clave para mantener la productividad ganadera en contextos de cambio climático y degradación edáfica. Por esto, el equipo de Estrés Metabólico del INTA-Conicet -Córdoba-, en colaboración con el Instituto Max Planck de Alemania, avanza en el estudio de la alfalfa y sobre la forma en que la leguminosa reacciona a suelos salinos . El hallazgo podría contribuir a desarrollar cultivos más resilientes y fue publicado en la Journal of Experimental Botany, una de las revistas internacionales más reconocidas en biología vegetal.

La investigación se centró en la

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