Nacido en las heladas tierras de Rusia, donde la historia y la leyenda lo sitúan entre disputas y rituales ancestrales, el vodka atravesó fronteras hasta convertirse en una presencia discreta pero constante en bares de todo el mundo. Su neutralidad lo vuelve un actor silencioso, capaz de adaptarse a cualquier mezcla sin imponer su carácter. Cada 4 de octubre , en su día mundial, el vodka muestra su vigencia casi de forma silenciosa: se integra en cócteles clásicos, se fusiona con sabores novedosos y conquista a nuevas generaciones que buscan tragos directos, honesto.
Como dicen algunos expertos, es el catalizador para la creatividad en la barra y la conversación.
Rusia y Polonia afirman haber sido los primeros en producir vodka en el siglo XV, impulsados por la necesidad de cre