
PRAGA (AP) — Los checos votaron el sábado en la segunda y última jornada de unas elecciones parlamentarias que dieron el triunfo al multimillonario populista Andrej Babiš, marcando un regreso político que podría alejar al país del apoyo a Ucrania y acercarlo a Hungría y Eslovaquia, que han adoptado una postura más afín al Kremlin.
Con casi el 98% de las mesas escrutadas por la Oficina de Estadísticas, el movimiento ANO (SÍ) de Babiš capturó el 35% de los votos, seguido por la coalición prooccidental del primer ministro Petr Fiala con un 23,0%. La coalición lo derrotó en las elecciones de 2021.
En la elección de dos días se ocuparon 200 escaños en la cámara baja del Parlamento checo. Un grupo de alcaldes conocido como STAN, también miembro del gobierno de Fiala, obtuvo el 11,1% de los votos, mientras que otro aliado del primer ministro, el partido Pirata, alcanzó el 8,7%.
La principal fuerza antiinmigrante, el partido Libertad y Democracia Directa, obtuvo el 7,9%, mientras que un grupo de derecha que se hace llamar los Motoristas recibió el 6,8%. Los dos son posibles socios para Babiš si quiere formar un gobierno mayoritario.
Con su victoria, Babiš se uniría al bando de sus homólogos de Hungría y Eslovaquia, Viktor Orbán y Robert Fico, respectivamente, cuyos gobiernos se han negado a proporcionar ayuda militar a Ucrania, siguen importando petróleo ruso y se oponen a las sanciones de la Unión Europea a Moscú.
La República Checa ha sido un firme defensor de Ucrania desde la invasión a gran escala lanzada por Rusia en febrero de 2022. Ha donado armas, incluido armamento pesado, a las fuerzas armadas ucranianas y está detrás de una iniciativa que adquiere los proyectiles de artillería que le urgen a Kiev en naciones de fuera del bloque comunitario.
Babiš ha cuestionado ese apoyo y se ha negado a respaldar plenamente un compromiso de la OTAN para aumentar significativamente el gasto en defensa.
El año pasado, se unió a su amigo Orbán para crear una nueva alianza en el Parlamento Europeo, los “Patriotas por Europa”, que representan a formaciones de ultraderecha, un importante cambio respecto al grupo liberal Renew al que Babiš pertenecía anteriormente.
Los Patriotas comparten una retórica antiinmigración, una postura crítica hacia las políticas de la UE que abordan el cambio climático y la protección de la soberanía nacional.
Su movimiento populista ANO (SÍ), que definió como un partido “aglutinador”, perdió los comicios parlamentarios en octubre de 2021 tras un período turbulento que incluyó la pandemia del COVID-19. Una coalición de cinco partidos lo relevó al frente de la nación.
Babiš preferiría gobernar en solitario, pero es poco probable que gane una mayoría para hacerlo. Ha descartado cooperar con ninguno de los partidos que lo sucedió en el ejecutivo.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.