El valor y la resistencia de los toreros es indiscutible, se esté o no de acuerdo con lo que hacen cada vez que se ponen delante de un astado de media tonelada. El diestro cacereño Emilio de Justo ha vuelto a demostrarlo: este viernes cortó dos orejas a su segundo, del hierro de Victoriano del Río , tras haber sufrido un fuerte golpe en el primero , que le dejó a los pies del morlaco y segundos más tarde en la enfermería. La faena y la gallardía le valieron la quinta Puerta Grande de su carrera en Madrid, el mayor premio que puede tener cualquier torero.

Pero la cogida de esta Feria de Otoño no se ha saldado sin consecuencias. Muy al contrario. Emilio de Justo ha sido sometido en las últimas horas a una radiografía y un TAC que confirman las fracturas de la sexta y la sépti

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