Así como en Argentina se toma mate , en China se toma té . Y en Beijing no hay sitio mejor para hacerlo que en la casa de Alice Yang . Nunca un extranjero se va a sentir tan de local como cuando participa en una ceremonia del té vespertina en la casa de Alice. Clarín estuvo en una .
“Vengo del sur de China. En 2010 empecé a estudiar té en Beijing y nunca cambié mi trabajo”, cuenta Alice, que se dedica a vender la infusión y a celebrar ceremonias de cata.
Su negocio está en medio de un hutong, típico barrio centenario de la capital. A su alrededor hay callejones, baños públicos , prendas de ropa en sogas, patios cuadrados que asoman por las puertas entreabiertas, locales que aparecen repentinamente. La beijingdad en su máxima expresión.
En el centro de la sala de té de Alic