El mayor portaaviones del mundo, el USS Gerald R. Ford , recaló este viernes en la bahía de Palma con sus 4.500 tripulantes a bordo. Cinco días de permiso en la isla para los marineros norteamericanos que, nada más poner un pie en tierra, buscan ocio, playas y diversión.

Una llegada blindada

A mediodía, los primeros soldados descendían del coloso naval . El ambiente en el Dique del Oeste, donde habitualmente atracan los cruceros, estaba lejos del bullicio esperado: acero, hormigón y puertas cerradas. “ Sin prensa, sin fotos ”, advertía con seriedad el guardia de seguridad.

Algunos medios locales hablaban de veinte autobuses lanzadera y camiones de comida listos para recibir a la tripulación en el muelle viejo. Sin embargo, lo que encontramos fue un aparcamiento casi vacío, a

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