Es una razón más para amar el barrio de Chamberí. En torno a la calle Ríos Rosas, incluyendo Modesto Lafuente, Alonso Cano y Cristóbal Bordiú, se han ido agrupando distintos negocios donde se habla italiano, huele a pasta fresca y nos hacen soñar con que paseamos por una calle de Roma o de Milán.

El origen de todo está en la Escuela Italiana de Madrid, una institución educativa y cultural que abrió en 1940 y abarca todas las etapas. Se sitúa detrás de los Nuevos Ministerios, en la calle Agustín de Betancourt, junto con el Consulado Italiano y la Cámara de Comercio e Industria Italiana.

Se calcula que de los 30.000 italianos que viven un Madrid un tercio lo hace en este barrio para poder llevar con facilidad a sus hijos a la Scuola. Era lógico que se abrieran restaurantes y tiendas dond

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