Desde hace quince años, Chile cuenta con una política ambiental moderna y estructurada, que ha sido parte del corazón de la agenda pública. La creación del Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) y el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), reemplazando a la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) que funcionó desde 1994 hasta 2010, significó un cambio profundo y más integral en la forma en que el país enfrenta los desafíos climáticos y de sostenibilidad.
Según sus expertas, esta institucionalidad cumple años con una mirada madura, más integral y un sello de liderazgo femenino, donde tres mujeres, Maisa Rojas, Marie Claude Plumer y Valentina Durán, encabezan las instituciones que conforman el corazón del sistema ambiental chileno y que dan cara un