Metropolitan Tower. Un penthouse en una torre de lujo en el midtown de Manhattan. En la habitación superior, desde la que se tiene una vista memorable de la Gran Manzana, una escenografía particular. Paredes rojas, insonorización, una cama enorme, cepos, una cruz de casi dos metros, esposas y grilletes, juguetes sexuales de todo tipo, lubricantes, dispositivos para asfixiar a una persona, picanas eléctricas, ropa de cuero y látex tirada en los rincones. Esa habitación tiene un nombre: “El calabozo del sexo” . O, al menos, así la llama el inquilino que alquila el lugar (y lo acondicionó de esa manera) desde hace diez años.
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Recreación del cuarto por IA
En los últimos días se ha convertido