Funcionarios de Estados Unidos se preparan en los próximos días para realizar las mayores ventas de carbón del gobierno en más de una década, ofreciendo 600 millones de toneladas de reservas públicas adyacentes a minas a cielo abierto en Montana y Wyoming.

Las ventas son una pieza emblemática de las ambiciones del presidente Donald Trump de que las empresas extraigan más carbón de tierras federales y lo quemen para producir electricidad. Sin embargo, la mayoría de las plantas eléctricas que reciben carbón de esas minas planean dejar de usarlo por completo en un plazo de 10 años, según un análisis de datos de Associated Press.

Otras tres minas que esperan expandirse o recibir nuevos arrendamientos bajo la administración Trump también enfrentan una caída de la demanda, a medida que las pla

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