Es viernes a la tarde, con un clima soleado que avisa que llegó la primavera. A lo lejos se ve un joven con una guitarra sobre su espalda, y el parlante amplificador que arrastra durante cuadras. Es Nicolás Behringer , que llega a uno de los puntos donde, durante tres años, cantó en plena vereda de Recoleta. Su sonrisa lo delata: está viviendo uno de los mejores momentos de su vida , por la popularidad que ganó con su participación en La Voz Argentina (Telefe).
" Ahora canto para regalarle un momento lindo a la gente", confiesa a GENTE mientras arma su equipo y se prepara para cantar. Su guitarra es la misma que utiliza desde que arrancó a cantar en la calle más chico. " Tiene marcas de guerra ", tira con humor. Y en paralelo, la gente que lo reconoce se empieza a acercar. L