El Barcelona ya tiene semana negra esta temporada. El miércoles, el golpe de realidad: en un partido que el equipo español se tomó como una oportunidad de dar un golpe en la mesa frente al campeón, y en el que se vio muy inferior. Cuatro días después, el Sevilla dio continuidad a la depresión azulgrana y le venció con claridad, con goleada final, incidiendo en sus defectos y haciéndole perder el liderato. Además, justo antes del parón por selecciones, que seguro se le va a hacer muy largo al conjunto catalán.
El Sevilla, un equipo históricamente poderoso en casa, estaba en crisis ante los suyos, pero se resarció por todo lo alto con el primer triunfo. La resaca europea le pudo afectar al Barcelona, pero el planteamiento de Almeyda también desmontó a los azulgrana. Con balón, los andal