A la espectacular actuación de Fernando Alonso en Singapur le siguió, de nuevo, el desastre en el garaje de Aston Martin: el asturiano acabó octavo en Marina Bay pese a una terrible parada en boxes que estuvo a punto de arruinar su carrera, en la que dejó un nuevo enfado por radio.

El dos veces campeón del mundo, que arrancaba décimo tras una clasificación complicada, protagonizó una gran salida para pasar sin miramientos Oliver Bearman e Isack Hadjar y ponerse octavo a las primeras de cambio. Y no solo eso: también gestionó neumáticos de manera brillante para aguantar 28 vueltas con el blando antes de la parada.

Sin embargo, fue entrar en boxes y su trabajo quedó en nada: la pistola del mecánico que trabajaba en el cambio de la rueda delantera derecha se quedó pillada, lo que terminó co

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